Tengo dentro de mis allegados algunos fanáticos de López Obrador que cuestionan mi desprecio fanático también hacia él. Siempre recalco que sus estrategias de Joseph Goebbels para subnormales han visto en toda sudamérica con todos los seudo izquierdistas que llegaron al poder. Y por algo, no en vano; la mayoría de ellos fueron y siguen siendo investigados por los mismos errores, delitos u actos cometidos por la derecha que tanto cuestionaban. En todos los países pasa lo mismo; El líder de "izquierda" de turno surgió dentro de la derecha más represora y fue saltando del sector en el sector político hasta que controla su propia corriente política redentora. Así el caso de López Obrador donde el PAN (Partido de acción nacional) fue el único salto que no dio.
Esta mañana y en otro de sus discursos que da en las reuniones de producción de espectáculos para kermesse (la semana pasada fue la propuesta de los 500 seguidores con antorchas en el Zócalo para celebrar el Grito de Independencia) propuso un minuto de silencio seguido de aplausos para honrar a las víctimas de la pandemia de COVID19. Casualmente hoy fui al IMSS (Instituto Médico del Seguro Social) porque me envían cada seis meses para checar glucosa, triglicéridos, colesterol, hemoglobina glucosilada, creatinina, etc. Lo anterior porque soy paciente hipertenso. En esta ocasión nos tardamos unos meses porque el sistema de salud estaba digamos que enfocado en la pandemia.
Llego al hospital, me formo con la correspondiente y obligada sana distancia, entrego mi orden de estudios al enfermero que pasa a recogerlas (escrita a mano porque la doctora no tenía sistema ni impresora el día de mi consulta). A pesar de la notoria menor cantidad de pacientes, hoy el proceso fue lento. Llegado mi turno, me siento junto al enfermero pero no me extraía la sangre porque estaba ocupado llenando etiqueta por etiqueta a mano porque tampoco se las dan ya impresas. Me liga el brazo, me pincha y noto que el joven no tenía pericia para extraer sangre. Comenzó a mover la aguja y presionar alrededor de esta con su dedo indice; acto seguido llama a una compañera porque no estaba logrando sacarme sangre, quita la aguja y la liga. Acto seguido despierto con 4 enfermeras encima porque me había dado un síncope vasovagal. El dolor que sentí con uno de los movimientos que hizo con la aguja fue tal que me bajo la presión,el ánimo, el azúcar y tal vez hasta el dólar. Reanimado ya y bañado en sudor, la enfermera que vino a socorrerlo decide mejor ligar y picar el otro brazo. Mi subconsciente hizo una lectura en la que no reparé cuando la señora que atendió antes que a mi salió del cubículo haciendo caras de fastidio.
Permanece sentado durante unos 10 minutos. Diez minutos en los que yo creí que me retenían para que me viera menos pálido. No, en realidad estaban esperando un camillero que me lleva a urgencias y que nunca llegó. Entonces conseguimos una silla de ruedas destartalada con la que enfermera torpe y enfermera jefa me controlaron hasta Urgencias. En el camino la charla no pudo ser más reveladora, tanto que decidí no acusar al enfermero de bruto. Ya no tienen insumos ni camilleros, ni cubrebocas ni gel antibacteriano tampoco. El servicio de camillas está siendo realizado por el personal masculino de limpieza ... con solo eso era suficiente para desmayarse de nuevo y por empatía.
No se puede ocultar la destrucción de instituciones que hizo López Obrador desde que llegó hace dos años, el puede acusar de toda la corrupción con la compra de medicamentos que quiera pero se tiene que hacer cargo de todo el personal que despidió y de los 1,880 millones de recorte presupuestal que ha hecho en la salud; y nada menos que durante la pandemia. Por peores gobiernos que evidentemente hemos tenido que desviaban sumas superiores al recorte actual, no nos merecemos los derechohabientes ni los empleados de la salud una peste de gobierno peor.
Han pasado dieciseis años desde que me atiendo en el IMSS, teniendo incluso acceso a salud privada y seguro de gastos médicos mayores (otra estafa de la que ocuparíamos largas horas discutiendo) yo prefiero la salud pública porque a la hora de revelar, reclamar o certificar cualquier padecimiento es con su diagnóstico que debo hacerlo en el ámbito laboral por ejemplo. Jamás vi nada igual dentro del Seguro Social, mis respetos al personal que deja ver que están cumpliendo funciones que ni les corresponden por el mismo sueldo y sin protección.
Fleitadas
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