SUICIDIO

 


 

Cuando analicé la consigna de esta tarea, me vinieron a la memoria los titulares trágicos que ocupaban la prensa oral y escrita de Uruguay en el año 2002. Me refiero a este país porque allí nací y crecí, y fue precisamente en 2002 cuando empezó a germinar en mi la idea de migrar; luego de una pregunta durkheimiana ¿Será la uruguaya una sociedad suicidógena? En aquel año se reportó la tasa más alta de suicidios de la historia uruguaya; (distintaslatitudes.net, 2018) 692 casos en un país que tiene la misma población que el estado de Guerrero, poco más de 3,5 millones de habitantes. Ese mismo año en Guerrero hubo tan solo 27 suicidios. (INEGI, 2002)

Fue la crisis financiera y política que estalló primero en Argentina y que repercutió de manera dramática en Uruguay lo que motivó la fuga de capitales y la corrida bancaria. Miles de personas perdieron los ahorros de toda la vida tras la huida de varios banqueros que años después fueron detenidos por Interpol. Para los ahorristas no hubo solución inmediata y muchos de ellos tomaron la fatal decisión de suicidarse. ¿Es Uruguay uno de los países con mayor índice de suicidios de las Américas? Sí, incluso en la seudo bonanza socialista de los últimos años, la tasa de suicidios ha sido alarmante para un país tan pequeño. 

Los números más recientes de Uruguay hablan de una tasa de 21.3 suicidios por cada 100,000 habitantes. La más alta de las Américas. El fenómeno ha aumentado en los últimos 20 años y hoy; no podemos negar los efectos del COVID-19 sobre la salud mental de la población. (El País, 2021)

Durkheim escribió sobre el suicidio en 1897 y sostenía que el suicidio anómico se manifestaba en sociedades donde era creciente el número de divorcios (Besnard, 1998) pero convengamos que la presión social de aquel entonces era tal que el concepto no tiene comparación con el divorcio en la actualidad, ni el valor del matrimonio religioso ni la virginidad femenina ni la repartición de bienes, etc. Viendo el comportamiento actual de las nuevas generaciones tal podría decirse que el matrimonio es la institución que más ha fracasado con el paso de los años. El individuo que no vislumbró un futuro prometedor y la opresión excesiva expuso la melancolía (término un tanto anacrónico que podríamos sustituirlo por frustración o depresión) causante del suicidio, se encuentra dentro de las estadísticas de lo que Durkheim denominó suicidio fatalista que está conectado a niveles muy altos de regulación como el elevado número de suicidios en Cuba[1]. También teorizó sobre el suicidio egoísta, otra categoría que utilizaba para identificar el suicidio de aquellas personas poco integradas a la sociedad, personas desarraigadas, sin vínculos; a mi entender es el caso de los jóvenes homosexuales que no encuentran aceptación familiar, social ni entre sus pares. Cuando se pretende relacionar el suicidio con cuestiones del honor; con una suerte de autoflagelación provocada por no aceptar la vejez o la derrota de los antiguos guerreros; Durkheim lo sentenció como, suicidio altruista. Un ejemplo claro de lo anteriormente mencionado puede ser el fanatismo religioso que llevó a hombres musulmanes pertenecientes a la yihad islámica a colisionar contra las Torres Gemelas. Hago el resaltado con negritas porque en la lectura propuesta por la materia, se desconoce al suicidio fatalista.[2]

                             

Pero abordemos el asunto del suicidio desde la realidad actual de México. Aunque sea por dos puntos decimales, la cantidad de casos de lesiones autoinfligidas cambian de un año al otro; y con la población de México eso se convierte en cientos de casos. Según el último sondeo de 2021 que corresponde a casos de 2020, una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100 000 habitantes, superior a la registrada en 2019 de 5.65; fueron 7,818 suicidios

Por sexo, de los decesos por esta causa destaca que los hombres tienen una tasa de 10.4 fallecimientos por cada 100 000 (6 383), mientras que esta situación se presenta en 2.2 de cada 100 000 mujeres (1 427).  (INEGI, 2020)






 

No son los individuos los que se suicidan sino la sociedad la que se suicida a través de ciertos miembros suyos(Durkheim, 1897) En el párrafo anterior no usé un ejemplo del suicidio anómico porque consideré necesario llegar a la situación mexicana actual. El suicidio anómico se relaciona directamente con la falta de orden social y la ausencia de normas a causa de la ruptura entre el equilibrio de la sociedad y el sujeto. En otras palabras, es la insatisfacción del individuo frente a la realidad social y que se produce en aquellas sociedades como la mexicana, en las que los valores tradicionales se han desvirtuado o corroído y se desconocen los límites reguladores que suponen las normas.

El grupo de población de 18 a 29 años presenta la tasa de suicidio más alta, seguido por el grupo de 30 a 59 años.

                                                          

Aquellos titulares de la sociedad uruguaya a la que yo pertenecía, tienen escasos puntos de comparación frente a la barbarie dantesca que significa la prensa descriptiva de la realidad mexicana actual (fosas con cientos de cadáveres, balaceras, sicarios, narcos fundando escuelas y siendo líderes carismáticos de estados enteros, millonarios de comprobada procedencia ilícita, funcionarios públicos desviando miles de millones de pesos del erario, pederastas, feminicidas, individuos que secuestran tanto personas como casetas de peaje, etc)

Durkheim hace referencia a la coacción que el exterior, es decir la sociedad, ejerce sobre cada individuo para mantener el orden consagrado en esta; por eso para él, el suicidio es un hecho social. Si tomamos en cuenta que todo hecho social está referido a los parámetros de comportamiento del ser humano, su pensamiento, sus creencias y el sistema de valores éticos y morales que trasciende entre varias generaciones. Ante la realidad que destruye los códigos normativos de convivencia, que asfixia las libertades individuales y la paz de la sociedad; se entiende la resolución trágica de aquellos individuos que deciden suicidarse. (Acosta, 2014) 

Tal vez haga falta analizar qué aspectos afectan en mayor medida a los hombres, aunque arriesgando una opinión personal puedo decir que sin duda tiene que ver con aspectos relacionados a la exigencia impuesta por la comunidad y sus creencias, y que yacen sobre los hombros como un yugo: la masculinidad entendida en términos confusos en una sociedad patriarcal que hoy se ve sometida a correcciones políticas en el manejo de los roles e identidad de género, el persistente carácter proveedor de familia en medio de una perpetua crisis económica que no logra equiparar la demanda de la cultura consumista con los salarios congelados; situación ésta que se expone a  soluciones ilícitas para el acceso de recursos económicos (unas más graves y condenables que otras y que van desde el trabajo informal  hasta la coacción del crimen organizado).                        

Es quizás la resistencia a tantas “soluciones”, transiciones y cambios de paradigma, lo que desencadena la determinación suicida. En las instituciones del Estado, en los medios de comunicación, en profesiones como el Trabajo Social, la psicología y otras; radicará la difusión del aparato asistencial que brinda contención a esta problemática social y permita guiar a los individuos expuestos a la desesperación; para vislumbrar soluciones eficientes y eficaces para una mejor calidad de vida. ¿Ese aparato existe en México?

 


10 de septiembre de 2022 (Versión actualizada) Esta ha sido una actividad para la asignatura Teoría Social II que ha sido muy apreciada por el profesor en su momento y por algunos compañeros que la han leído. 


Referencias bibliográficas.

Acosta, M. y. (2014). Unidad 1. Autonomía de la Teoría Social como Ciencia: Pertinencia de Emile Durkheim y Karl Marx en el Trabajo Social. (Documento preparado para la asignatura Teoría Social II). México: UNAM-ENTS-SUA.

Besnard, P. (1998). Anomia y fatalismo en la teoría durkheimiana de la regulación. REIS (Revista Española de Investigaciones sociológicas), 41-62.

distintaslatitudes.net. (14 de mayo de 2018). 2https://distintaslatitudes.net. Obtenido de https://distintaslatitudes.net/explicadores/suicidio-jovenes-en-america-latina

Durkheim, E. (1897). El suicidio. México: Colofón.

El País (2022) Uruguay ante el desafío de frenar los suicidios. Obtenido de: https://elpais.com/planeta-futuro/2022-09-10/uruguay-ante-el-desafio-de-frenar-los-suicidios.html#:~:text=En%202021%2C%20seg%C3%BAn%20informa%20el,accidentes%20de%20tr%C3%A1nsito%20u%20homicidios.

INEGI. (2002). INEGI.MX. Obtenido de http://internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/historicos/1334/702825432300/702825432300-1_1.pdf

INEGI. (10 de septiembre de 2019). Inegi.org.mx. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/suicidios2019_Nal.pdf

INEGI. (08 de septiembre de 2020). https://www.inegi.org.mx. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2020/suicidios2020_Nal.pdf

INEGI. (08 de septiembre de 2020). https://www.inegi.org.mx. Obtenido de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2021/Suicidios2021_Nal.pdf 

Presidencia de Uruguay. (17 de 07 de 2019). https://www.presidencia.gub.uy/comunicacion/comunicacionnoticias/salud-suicidio-tasa-indice-linea-vida-msp-asse. Obtenido de https://www.presidencia.gub.uy/comunicacion/comunicacionnoticias/salud-suicidio-tasa-indice-linea-vida-msp-asse



[1] Según datos de https://datosmacro.expansion.com/demografia/mortalidad/causas-muerte/suicidio/cuba

[2] Lectura de Andrés Felipe Palacio: La Comprensión del suicidio. De Emile Durkheim a nuestros días”