http://zeguto.blogspot.com (extraido)
GRACIAS POR TANTA LUCHA CORAJE Y FUTBOL!!!
Ellos fueron los Rocky Balboa de esta Copa del Mundo, los desamparados, los desvalidos por los que nadie daba nada. Fue el mas lindo cuento de hadas, el de una selección sin igual que encarnó, como ninguna otra, el alma y el carácter de un pueblo. Un cuento de hadas épico, porque los uruguayos fueron tanto príncipes y caballeros de la pelota (alguien vió a algún luchador celeste, protestando o haciendo algún gesto feo?) como guerreros que jamás se entregaron. Pocas veces en la historia del deporte es tan verdadera la expresión "cayó de pie" como para la semifinal perdida contra Holanda.
¿Cómo sería posible hacer frente a la fria, despiadada y ágil selección naranja sin su gran líder y capitán, Lugano, y sin su atacante más peligroso, Suárez?
Sería casi imposible, pero los valientes de la Celeste hicieron un juego parejo, que podría haber llevado a la prórroga si el juez hubiera anulado el segundo gol holandés, en el que Van Persie, adelantado, participó del gol de Robben. Sí, Holanda parece más equipo, tiene jugadors más técnicos, y sabe cómo pasar la pelota de un pie a otro hasta encontrar el momento para el ataque mortal. Pero frente al mejor fútbol naranja, los uruguayos ofrecieron su entrega, su monumental garra charrua y sí, algo poco común en jugadores que juegan y ganan muy bien en clubes europeos: los uruguayos dejaron nítido su amor no solo por el fútbol, no sólo por su batalla, sino por su camiseta celeste, por su país, que debe a esos hombres el rescate de toda una mística casi olvidada de los que fueron dos veces campeones olímpicos y mundiales.
Ese amor trascendió aún más en la casí increíble lucha de los uruguayos hasta el fin. Cuando todo ya estaba perdido, cuando el juego ya había casi agotado su tiempo reglamentario y Holanda estaba seguro con el 3-1, los uruguayos desafiaron su propio nocaut y tiraron fuerzas no se sabe de donde para hacer el segundo gol y aún soñar con el gol del empate y de un nuevo milagro despúes de la epopeya del partido contra Ghana.
Sí, lo sabemos: la fuerza del nocauteado herido, en las cuerdas, que se las arregla para volver a la lucha tiene un nombre. Se llama Uruguay. Se llama, más que corazón, el alma de un pueblo, el alma charrua.
Para los escépticos y los idiotas que desprecian el valor y la importancia del fútbol, la formidable saga celeste en este Mundial logró si hacer resurgir a un pueblo, logró si que los uruguayos demostraran su valor nuevamente, no solo en el futbol sino en tantas otras áreas como la literatura que ya nos dió monstrous sagrados de las palabras, coraje y humanidad como Eduardo Galeano y Mario Benedetti. Me imagino el orgullo de Galeano que podrá agregar a sus historias tan reales como fantásticas lo que estos memorables jugadores de su país hicieron en esta Copa del Mundo. Como escribió el periodista Marcelo Barreto en su blog, como humanos, la historia más hermosa en esta Copa Muncial de Africa es la de Uruguay. Una historia de hombres y héroes. Una historia de verdaderos patriotas que aman a su país. Como escribió el periodista Marcelo Barreto, de Sport TV en su blog, es de Uruguay la más bella historia de este Mundial de África.
Una historia de Hombres y Héroes. Una historia de Patriotas de verdad, que aman en realidad a su país, su grupo de compañeros, su entrenador, su camiseta y el fútbol.
Gracias, hermanos uruguayos. Gracias por hacernos ver y recordar lo que son - en sus guerreros con los ojos abiertos, en su talento (sí, Forlán es el verdadero crack de la Copa), en sus goles maravillosos (hubo alguna jugada más hermosa que la de Suárez contra los coreanos? ) e locos (Loco Abreu!), en su educación, dignidad y competencia (Oscar Tabárez, el técnico, el maestro, que lindo fue saber que fue aplaudido de pie por los periodistas uruguayos en la colectiva de ayer) – lo que son, parodiando a Galeano, las venas, el corazón, el carácter y el alma abierta de América Latina.
Gracias, Uruguay, por mostrar que los pequeños que aman lo que hacen son los humanos gigantes!!
