¿Qué puede hacer un hombre que carece de dioses? Quiero decir: ¿que va a hacer durante el tiempo en que está muerto? Se me dirá que hará lo mismo que hizo antes de nacer, pero me seguiré sintiendo incómodo. En estos tiempos en que las decisiones personales las deja uno enmanos de expertos, sería bueno saber qué dicen los especialistas al respecto de la eternidad. Hacerse cristiano de la noche a la mañana no es un buen camino, por que para mí la historia bíblica, las parábolas divinas y todo lo que concierne a los relatos judaicos o cristianos se ubican más bien en terrenos de la literatura. Ytomando esto en cuenta me niego a ser cristiano porque he leído mejores que la biblia. En todo caso podría ser cervantista y adorar al Quijote,pero no me despierta veneración religiosa y no me veo considerando sagrados aquellos mesones donde el de la triste figura se restauraba de las heridas que le causaban sus constantes aventuras. Si fuera una lechuza es evidente que mi dios sería también una lechuza, aunque rodeada de un aura sagrada de la que carecemos las lechuzas comunes. A los ojos del tonto dios también lo es, pues los tontos no tolerarían a un dios que se pasara de listo. Tontos, lechuzas, cirstianos todos ellos veneran a dioses que se les parecen, ¿pero qué clase de dios sería uno que se pareciera a mí? Me niego a venerar a un dios cínico y obsesivo. De hacerlo mi tranquilidad eterna quedaría en entredicho: soy un dios en el que no se puede confiar. En lo que respecta a los dioses del panteón azteca no me une a ellos ningún vínculo sagrado. Los aztecas son un pueblo que me desagrada profundamente: servil con los poderosos e implacable con los débiles. Las cascadas de sangre que se deslizaban en las escalinatas de los templos son el símbolo de su ser sanguinario y cobarde. Espero no encontrarme a Huitzilopochtli en ningún rincón de la eternidad.
Una salida airosa a mi rancio ateísmo sería dar por verdadero el eterno retorno: viviré la misma vida durante toda la eternidad, escribiré este artículo infinitas veces mientras el tiempo no se detenga. No sé hasta qué punto me reconforta repetir eternamente una vida que se ha cimentado sobre un costal de errores, pero lo prefiero a orar junto a los cristianos. Después de desechar el budismo en sus tan diversas corrientes, creo que la reencarnación podría ser un destino amable. Encarnar en un ser que nacerá en el futuro y que seré yo mismo en otra circunstancia. No me atrae la idea de reencarnar en animales o en plantas, sino en seres humanos, lo que quiere decir es que no he aprendido nada a la vida. A estas alturas debería estar harto de seres humanos , pero la sola esperanza de que en el futuro me acostaré con otros hombres me hace desear la reencarnación. Hasta ahora no he recibido oferta mas tentadora.

FLEITADAS POR DANIEL FLEITAS